Stuart, director de marketing y superpapá
Stuart era estudiante y trabajaba en un aserradero cuando tuvo el accidente, hace casi 21 años. Recuerda muy bien aquel día, aunque hayan passado dos décadas.
El accidente y la amputación
“Estaba empujando un tablón de madera cuando el sistema hidráulico de la máquina se activó de repente y me atrapó la mano izquierda”.
Fue trasladado en helicóptero al hospital y el cirujano pasó 22 horas intentando volver a unir los dedos índice y corazón a la mano. Dos semanas después de la operación, los dedos no cicatrizaron correctamente y tuvieron que amputárselos.
Poco después de salir del hospital, Stuart investigó por su cuenta las prótesis de dedo del mercado. En aquel momento, las opciones eran muy limitadas en comparación con las de amputación de mano o brazo.
La ingeniería vanguardista y los innovadores diseños que esperaba simplemente no existían para las amputaciones de dedo y mano parcial. Así que solo le quedaba…
Aprender y adaptarse
Durante dos años, hasta que se graduó en la universidad, siguió un tratamiento que combinaba fisioterapia, terapia ocupacional y terapia de la mano.
También recibió tratamiento en una clínica especializada en rehabilitación de extremidad superior para ayudarle a recuperar la flexibilidad de la mano y los dedos, además de reducir la sensibilidad del muñón con una serie de ejercicios.
Su aprendizaje más destacado fue que la paciencia es la clave. Al igual que la mayoría de las personas que han sufrido una amputación, Stuart tuvo que adaptarse y replantearse su futuro. Por aquel entonces, jugaba al voleibol en el campus y estudiaba periodismo. Debido a la lesión, tuvo que interrumpir su actividad deportiva y dejar algunos cursos.
Hacia el final de su carrera universitaria, un amigo le sugirió que se dedicara al marketing y las comunicaciones. Lo que empezó como un contrato de 18 meses en el departamento de comunicación de una agencia de indemnización de accidentes laborales, se convirtió en una profesión de 20 años.
Stuart es ahora director de marketing de la filial canadiense de Make-a-Wish en la Columbia Británica.
“Hace 20 años, entré en una clínica ortopédica y me llevé una decepción al ver lo que me ofrecían para reemplazar la función de los dedos. Hoy por fin tengo una prótesis que me ha devuelto la sensación de tener una mano completa.”
Stuart, usuario de Naked Prosthetics
Descubrimiento de Naked Prosthetics
En 2019, Stuart y su técnico ortoprotésico buscaban una prótesis de remo para su mano.
Cuando el técnico le presentó las prótesis de dedo Naked Prosthetics, lo que realmente le llamó la atención fueron los testimonios de los usuarios.
Dos meses después, estaba de nuevo en la clínica ortopédica para la toma de medidas y el molde de escayola.
El gran día
“El día que recibí la prótesis me sentí muy seguro. Fui directamente al supermercado y agarré todo lo que pude con los dedos protésicos. El efecto fue instantáneo”, cuenta Stuart.
“El proceso de rehabilitación con los nuevos dedos fue emocionante para toda la familia, pero mis hijos estaban especialmente encantados con su padre biónico”.
Ahora puede usar fácilmente la pantalla táctil mientras conduce y las manillas redondas de las puertas ya no son un problema.
“El día que recibí las prótesis de dedo Naked Prosthetics me sentí muy seguro. Fui directamente al supermercado y agarré todo lo que pude con los dedos protésicos.”
Stuart, usuario de Naked Prosthetics