Cara, apasionada del yoga
Desde junio de 2019, Cara Beckman es miembro activo del grupo de apoyo a personas con amputación de dedo y mano parcial. Da consejos, hace preguntas, comparte sus opiniones y, sobre todo, ayuda al resto de miembros siempre que puede. Al conocerla un poco más, nos sorprendió su determinación para seguir llevando una vida activa y su valentía para salir de su zona de confort.
“El 6 de diciembre de 2018 fue el peor día de mi vida. Mi turno de mañana empezó como cualquier otro, pero acabó de forma totalmente inesperada: me llevaron a urgencias y perdí dos dedos y medio de la mano izquierda”, recuerda Cara.
El accidente
Era un día tranquilo para Cara en la tienda de zumos y batidos donde trabajaba en Vancouver. Estaba haciendo un zumo de vegetales cuando el exprimidor se paró de repente, lo que es habitual cuando se prepara una bebida con mucha fibra. Cara introdujo más verduras, como hacía siempre, para empujar el contenido hacia abajo. Fue entonces cuando el exprimidor volvió a funcionar y le succionó la mano hacia la parte inferior del aparato.
Como suelen contar quienes sufren este tipo de accidentes, la espera de la ambulancia le pareció una eternidad. Durante el trayecto al hospital, lo que acababa de ocurrir se repetía una y otra vez en su mente.
Recuperación y terapia
A pesar de sus miedos y dudas, Cara estaba preparada para iniciar su recuperación. Al cabo de un mes, Cara empezó una terapia para insensibilizar los muñones y recuperar la fuerza en los dedos. Su rutina de ejercicios incluía remo y levantamiento de pesas.
Antes del accidente, Cara era una apasionada del yoga y disfrutaba practicando inversiones (posturas de yoga en las que el corazón está más alto que la cabeza) y equilibrio sobre las manos.
“Pasé un año yendo a fisioterapia para recuperar la fuerza en la mano izquierda, pero seguía costándome agarrar y sostener la esterilla cuando practicaba yoga”, recuerda.
Cada vez que intentaba mantener el equilibrio, se caía hacia atrás por la falta de agarre y apoyo.
“Hoy soy otra persona que ha evolucionado gracias a esta experiencia.”
Cara, usuaria de Naked Prosthetics
La amputación de dedos o mano parcial puede conllevar un alto grado de discapacidad. “No solo tuve que lidiar con el dolor físico, sino también con la aceptación de que había perdido algo que nunca podría recuperar”, explica Cara.
La amputación de dedos o mano parcial puede conllevar un alto grado de discapacidad.
Al principio solo quería una prótesis cosmética para recuperar el aspecto de la mano. Cuando su fisioterapeuta le habló de las prótesis de dedo Naked Prosthetics, se dio cuenta de que necesitaba algo más funcional.
Tras varias pruebas, Cara obtuvo la aprobación de estas soluciones protésicas y seis meses después recibió sus dos prótesis de dedo PIPDrivers (Naked Prosthetics).
Siempre decimos que las pequeñas cosas son las que importan.
“Lo primero que hice cuando me senté al volante de mi coche fue utilizar el intermitente”, dice.
“Hay muchísimas cosas que antes daba por sentadas y que ahora puedo apreciar gracias a mis prótesis”, añade Cara.
Tras solo una semana de práctica, Cara pudo realizar tareas que no había podido hacer desde el accidente. Incluso pidió a otras personas que intentaran empujarla para poner a prueba su estabilidad en la sesión de yoga. Hoy en día, sigue reaprendiendo posturas de yoga e inversiones más complicadas.
La experiencia de cada persona con las prótesis es diferente. Algunas se ponen la prótesis y notan inmediatamente las ventajas. Para otras, sobre todo las que se han adaptado y aprendido a vivir sin prótesis, se necesita más práctica.
Cuando Cara descubrió las prótesis y sus capacidades, tuvo que esforzarse en volver a aprender a teclear con los dedos protésicos. Pero con el tiempo, su mecanografía se ha vuelto mucho más intuitiva y rápida.
Más segura que nunca
El año pasado, Cara se aficionó a la escalada, una actividad que practican muchos de sus amigos.
Empezó justo antes de la pandemia de Covid-19 y acabó enamorándose de este deporte. Cuando se le pregunta qué otras actividades físicas le gustaría probar en el futuro, responde: “¡Todas! Ahora soy más aventurera, lo considero un reto. Si otros pueden hacerlo, yo también, solo que de forma un poco diferente”.
Las prótesis de Cara le permiten agarrarse a las rocas cuando escala, sujetar la esterilla cuando hace yoga, teclear en el ordenador cuando toma apuntes, y mucho más.
“Si otros pueden hacerlo, yo también, solo que de forma un poco diferente.”
Cara, usuaria de Naked Prosthetics