Tratamiento del dolor después de la amputación
Dolor en el muñón
Muchas personas experimentan dolor localizado en el muñón después de la amputación. Esto se conoce como dolor del muñón o dolor nociceptor y puede ser agudo o crónico. Informe siempre a su equipo médico sobre cualquier dolor que experimente después de la amputación. El dolor agudo es siempre una señal de advertencia de un trastorno físico. El dolor crónico dura más de seis meses.
Algunas de las causas habituales del dolor después de la amputación incluyen:
- Puntos de presión debido a prótesis mal ajustadas
- Neuromas (tumores benignos de los nervios en el sitio de un nervio seccionado)
- Osteomielitis
- Infecciones del tejido blando
- Zona de necrosis muscular
- Borde óseo no redondeado
- Desgaste de articulaciones adyacentes
- Trastornos circulatorios
- Congestión venosa
- Vasodilatación
- Cobertura insuficiente de tejidos blandos, excedente de tejidos blandos
- Adherencias de la piel y los huesos
- Agrandamiento de tejidos tipo verrugoso u otros cambios en la piel
Si sigue experimentando dolor, incluso después de haberse ajustado la prótesis o tomar analgésicos, el médico podría sugerir una cirugía correctiva.
Dolor fantasma
El dolor fantasma es una percepción de dolor que se experimenta en una parte del cuerpo que ha sido amputada. Un estudio demuestra que el 74,5 %* de las personas amputadas que fueron encuestadas indicaron haber sufrido este tipo de dolor.
Las causas no se conocen por completo, pero se sabe que tiende a producirse con más frecuencia cuanto mayor es el tiempo en que la persona sufrió dolor antes de la amputación. Esto se denomina “memoria de dolor”. El dolor fantasma se produce en momentos diferentes. Algunos factores que influyen son el estrés, los cambios climáticos, la exposición al frío, irritaciones mecánicas, orinar o defecar.
Someterse a tratamiento de dolor antes de la cirugía de amputación y/o ciertas técnicas quirúrgicas realizadas bajo anestesia general han demostrado reducir el dolor fantasma. Las mejores precauciones contra el dolor fantasma son una operación temprana bien ejecutada y el tratamiento constante del dolor.
El tratamiento del dolor fantasma depende de su intensidad y duración. Los episodios de dolor pueden tratarse con medicación, masajes y terapia de compresión. El dolor fantasma también puede reducirse con una prótesis bien ajustada gracias a la información favorable de los nervios de la piel al cerebro. Además, hay otras opciones de tratamiento terapéuticas y farmacológicas.
Si el dolor fantasma se produce después de un período de tiempo sin dolor, podría deberse a otras condiciones subyacentes, tales como una hernia de disco que irradia hacia la extremidad afectada. Cabe señalar que los niños son menos propensos a sufrir dolor fantasma.
Los pacientes que sufren dolor fantasma deben buscar centros especializados o profesionales sanitarios que tengan experiencia en su tratamiento.
Sensaciones fantasma
Las sensaciones fantasma son diferentes al dolor fantasma. Se trata de sensaciones no dolorosas que se perciben en una parte del cuerpo que ha sido amputada. Debido al esquema corporal del cerebro, los pacientes pueden sentir sensaciones fantasma de hormigueo (cinestésica), presión, propioceptivas y relacionadas con temperatura.
En función de la edad de una persona, las sensaciones pueden tener diferentes efectos. Se producen con más frecuencia en pacientes de edad avanzada.
Por lo general, las sensaciones fantasma no requieren tratamiento, pero los pacientes deben saber que existen y comunicarlas al equipo médico.
Consideraciones psicológicas
Una vez que se haya recuperado de la cirugía y se esté adaptando a la vida tras la amputación, quizá descubra que centrarse únicamente en la recuperación física no es suficiente.
Durante este tiempo puede recurrir a otros recursos, como la familia y los amigos, sus creencias espirituales y grupos de apoyo. Facilitará las cosas si usted y sus seres queridos comprenden que experimentar una serie de emociones forma parte del proceso natural de curación.
El asesoramiento psicológico puede ser de gran ayuda en el proceso de recuperación y mejora de la calidad de vida en general. El diálogo abierto y honesto con su equipo de apoyo es imprescindible para fomentar su bienestar emocional, así como su recuperación física.